lunes, 22 de agosto de 2016

Flora del Guadalentín. El acebuche

Acebuche es el nombre de la variedad silvestre del Olivo y su antecesor. Su nombre botánico es Olea europaea var. sylvestris se diferencia de la especie cultivada por su aspecto de arbusto, por sus espinas en sus ramas, por sus hojas mas redondeadas y sus frutos más pequeños.
El acebuche forma parte del conjunto de arbustos y árboles de bosque mediterráneo junto con encinas, quejigos y alcornoques. El acebuche se adapta a todo tipo de suelos soportando perfectamente el calor, sin embargo es muy sensible al frio, sobre todo a las heladas.
Produce pequeñas aceitunas las acebuchinas atractivas para las aves en otoño cuando necesitan una reserva extra de grasa para pasar el invierno o emprender largos viajes migratorios. Hoy día, se vuelve a utilizar para la producción de aceite como producto ecológico de primera calidad.
No suele encontrarse en forma de árbol debido a su atractivo como alimento para el ganado quedando como arbustos. Solamente alcanzan el porte de árbol cuando crecen entre lentiscos fuera del alcance del ganado pudiendo llegar hasta los 10 metros de altura.


El Acebuche ha sido usado como patrón para todas las variedades de olivo cultivado. Injertado adecuadamente en un olivo se convierte en una especie cultivada adquiriendo el aspecto de esta. De la misma forma un olivo en ausencia prolongado de cuidados se asilvestra tomando el aspecto de acebuche.

El acebuche es usado habitualmente en repoblaciones forestales y como arbusto ornamental por su bajo o nulo mantenimiento y su rusticidad, crecimiento y adaptación a todo tipo de terrenos, aunque con preferencia de los suelos ricos y calizos.
Las hojas del acebuche presentan muchas propiedades medicinales, destacando la facultad de disminuir la presión sanguínea y su carácter hipoglucemiante. De sus virtudes y excelencias nos da una idea el hecho de que en los juegos olímpicos de la antigüedad, a los vencedores se les coronaba con ramas de acebuche.
La distribución del Acebuche en la península ibérica es irregular estando más presente en la cuenca mediterránea como arbusto aislado. 

jueves, 4 de agosto de 2016

El Titanic del Mediterráneo. 110 años del hundimiento del Sirio

El 4 de agosto de 1906 el vapor italiano Sirio embarrancó en los bajos de los Islotes de las Hormigas, frente a Cabo de Palos, hundiéndose tras una violenta explosión. A lo largo de los días siguientes la mar estuvo vomitando cuerpos sin vida sobre la playa hasta completar el triste balance de 242 muertos y desaparecidos. Aunque la cifra real podría situarse en más del doble.

 

El Sirio fue la apuesta de la prestigiosa naviera italiana Reggio para disputarse con las compañías españolas los beneficios de la emigración al continente americano en los albores del siglo XX. Se trataba de un buque de 115 metros de eslora, siete mil toneladas de desplazamiento y capacidad para 1.300 pasajeros.
El buque zarpó de Génova el 2 de agosto con destino a Argentina y escalas oficiales previstas en Barcelona y Cádiz. Al día siguiente atracó en la Ciudad Condal, donde incorporó alrededor de 90 viajeros, y siguió viaje con sus 120 tripulantes y 731 pasajeros, de los que 661 se hacinaban en tercera clase, la mayor parte de ellos emigrantes sin recursos que viajaban con sus familias en busca de una vida más desahogada.

Estos números constituyen la cuenta oficial del barco de aquella desdichada navegación, por desgracia la cantidad real de pasajeros debió de ser sensiblemente mayor, si tenemos en cuenta la costumbre muy extendida en la época de embarcar pasaje de forma ilegal a costa de sobornos a las autoridades en puerto, marineros, oficiales e incluso a los capitanes. Hoy sabemos que después de tocar en Barcelona, el Sirio fondeó frente a Alcira y que tenía previsto embarcar más emigrantes en Águilas, Almería y Málaga. En el momento de su hundimiento es probable que hubiera el doble de la cantidad de pasajeros declarada por el capitán Giuseppe Picone, un viejo lobo de mar con más de 46 años de servicio a sus espaldas.

La travesía resultaba prohibitiva para la economía de la mayoría de emigrantes que, irónicamente y para tratar de huir de la pobreza, debían invertir en un billete los ahorros de toda una vida. Pero había otro recurso: bastaba el pago de una pequeña cantidad al capitán para ser admitido a bordo, un engaño en cualquier caso, pues ese pequeño dispendio ponía en marcha otros, como el pago a los remeros que los recogían en la playa, a los cocineros por un bocado o a los marineros por un saco de paja para dormir en la bodega rodeados de ratas. En el puente de gobierno, el capitán Picone hacía la vista gorda mientras calculaba el rumbo a la siguiente playa donde pudiera encontrar cualquier infeliz desesperado con un poco de dinero en los bolsillos. Ciertamente, nos permitimos añadir que la historia se sigue repitiendo a día de hoy pero contracorriente.

Buque Sirio en el puerto de Génova

 EL NAUFRAGIO


El tiempo soleado y la mar tranquila invitaban a los pasajeros a una apacible tarde de sábado en cubierta; sin embargo, mientras la mayoría descansaba tras la comida, el barco dio una sacudida tremenda y quedó varado sobre unas rocas. Al ruido ensordecedor de las planchas de la quilla al abrirse siguió el del agua penetrando violentamente a bordo. 

Y es que apenas pasadas las 16.00 horas del 4 de agosto, comenzó todo. A unas pocas millas de Cartagena, el "Sirio" navegaba próximo a las costas del siempre díficil Cabo de Palos. Lo hacía con una trayectoria peligrosamente cercana a ellas. Algo osado incluso para un experto marinero como el capitán del buque. Pero un mar calmo y sin viento tentaron a la osadía de los gobernantes del Sirio. Según relata "Caras y Caretas", "El sol iba declinando y la refracción en las aguas impedía distinguir la isla de las Hormigas, punto de orientación más inmediato".

Según otro relato, en el puente el oficial de guardia observó con sus prismáticos que las islas aparecían a proa, ligeramente por estribor y a algo menos de una milla. Esperaba impaciente la llegada del capitán Piccone. Avisó que estaban llegando al punto de recalada, cuando a menos de 1.500 metros de la costa se produjo la catástrofe. En aquellos momentos el "Sirio" navegaba a 15 nudos, unos 28 km. por hora, según algunos autores, a 17 nudos según otros. "Il quattro agosto, alle cinque di sera / nessun sapeva il suo triste destin / Urto' il Sirio un terribile scoglio / di tanta gente la misera fin...".

Se escuchó un estruendo ensordecedor "y una espantosa sacudida..." ocasionados por las planchas del fondo que se destrozaban contra la cima del Bajo de Fuera, un pináculo submarino de 200 metros de largo que asciende desde los 70 metros de profundidad hasta sólo 3 de la superficie, invisible y mortal obstáculo donde el barco quedó asentado. Aplastados por la masa de agua que ingresaba con enorme fuerza y rapidez, en la sala de máquinas los tripulantes no tuvieron ninguna oportunidad.
Columnas de vapor de agua impulsadas a gran presión comenzaron a surgir por grietas que se abrían en la cubierta de popa, que se hundía poco a poco y donde viajaban los pasajeros de 1a clase.
Pocos momentos transcurrieron hasta el instante en que estallaron las calderas, sembrando la muerte y destrozando las cubiertas ubicadas sobre ellas. El navío se elevó de popa para luego caer -una especie de sube y baja sobre el escollo-, hundiéndose por completo ese extremo en 15 minutos, en tanto que desde mitad del casco hacia proa emergía de las aguas, con una escora hacia estribor de unos 35°.
Tras el impacto, muchos se vieron arrojados al suelo sin tener conciencia de lo sucedido. Algunos gritos comenzaron a romper el silencio que siguió al brutal choque.

 
En apenas diez minutos la popa quedó completamente sumergida y empezó a tirar del resto del barco hacia el fondo; aprovechando la confusión, el capitán Picone agarró la caja fuerte y embarcó en un bote con los oficiales, abandonando al pasaje a su suerte. El pánico se hizo dueño del barco, los pasajeros no habían sido adiestrados para ese tipo de emergencias y sin nadie que los guiara corrían como locos por el barco entre gritos, llantos y maldiciones. Se vivieron algunas escenas de heroísmo, aunque para desgracia de muchos se impuso la parte más sórdida del género humano y los más débiles, incluyendo mujeres y niños, fueron desposeídos de sus salvavidas a la fuerza.
Desde la playa muchos veraneantes fueron testigos improvisados del naufragio, que tuvo lugar a escasas tres millas de la costa. De manera espontánea se organizaron para auxiliar a los náufragos que trataban de llegar a tierra agarrados a cualquier objeto que flotara. Cuando la noticia llegó a la vecina Cartagena, una docena de lanchas de pesca salió en auxilio de las víctimas. Entre los pescadores y el farero de la isla consiguieron salvar a más de 600 personas. Lamentablemente y mientras el barco permaneció en sondas accesibles, otros se dedicaron al pillaje y al bochornoso saqueo de los equipajes. Cuando al fin pudo organizarse el rescate la mayor parte de los objetos de valor había desaparecido.


Cartagena dio todo el apoyo preciso a los náufragos a base de donativos, comida y ropa. Desde el primer momento la ciudad fue testigo de escenas de intensa emoción cuando los supervivientes se encontraban con sus familiares o conocían la fatal noticia de la muerte de un ser querido. Un joven contaba emocionado como había salvado la vida gracias al obispo de Sao Paulo, que le había dado la bendición antes de entregarle su chaleco salvavidas. El cuerpo de este religioso apareció un mes más tarde en las playas de Argelia. Una anciana que había acudido al muelle de Barcelona a despedir a su familia se suicidó al saber que todos habían muerto ahogados.


En el juicio que siguió al hundimiento el capitán Picone atribuyó la desviación del rumbo a las corrientes y a la alteración de la brújula como consecuencia de las minas de hierro en tierra. Explotaciones que estaban localizadas en la bahía de Portman donde el capitán tenía prevista otra parada para recoger más tripulación. Sin embargo las autoridades italianas encargadas de las investigaciones del siniestro concluyeron que, desde hace bastantes viajes, los tripulantes del Sirio venían lucrándose con el embarque clandestino de emigrantes. La temeraria desviación que terminó por encallarlo y hundirlo se debió al intento de recuperar el tiempo perdido en el fondeo de Alcira y a la búsqueda de alguna playa de la Región de Murcia, próxima al lugar de la catástrofe, en la que hacer más lucrativo el "negocio" del capitán.

 

martes, 2 de agosto de 2016

Morcilla Vegana, Verano o de Berenjena




Es momento de aprovecahr los productos de temporada que encontramos en las huertas y campos del Valle del Guadalentín y la Región de Murcia. La morcilla de verano o de berenjenas es un plato que recuerda a la morcilla tradicional con cebolla que se prepara en Murcia, pero que sin carne. De esta forma, se ha convertido en uno de los platos principales y originales para personas que han decidido llevar una dieta vegana ya que, tanto texturas como sabor, recuerdan mucho a su "hermana" carnívora.



En la huerta de Murcia también es conocida como morcilla de guerra, supongo que en épocas de escasez era más sencillo conseguir berenjenas silvestres de la huerta que la carne o sangre necesaria para elaborarla.
Aunque se llama morcilla de verano la realidad es que en Murcia es un clásico en todos los hogares casi todo el año.

En un plato muy sencillo de preparar, muy sabroso y que suelo preparar en cantidades grandes, para congelar y tener como relleno de empanadas, tartaletas…. es un plato muy socorrido.
La receta que traigo es la que preparamos en la zona de Alhama, conocida mundialmente por su industria cárnica, aunque como siempre, todas estas recetas tradicionales tienen muchas variantes según la zona y la casa en que se preparen.
En algunas casas no añaden comino, en otras además añaden clavo e incluso piñones para darle más "sensación" de morcilla de cerdo.





Ingredientes de la morcilla de verano para 4 personas:
  • 2 berenjenas medianas
  • 2 cebollas medianas
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 cucharadas de piñones
  • 1 cucharada de orégano seco
  • 1/2 cucharadita de comino molido
  • sal y pimienta
Elaboración:
  • Corta la berenjena en dados y déjala cubierta de agua con sal unos 10 minutos para que no amargue.
  • Mientras trocea la cebolla también en dados.
  • Calienta el aceite en una sartén amplia. Cuando esté caliente, añade la cebolla y fríela a temperatura baja durante unos 10 minutos.
  • Añade las berenjenas escurridas, cominos, sal y pimienta y remueve.
  • Tapa la sartén y sofríelo todo unos 40 minutos con el fuego casi al mínimo.
  • Destapa la sartén, añade el comino, orégano y piñones y deja la sartén destapada unos 5-10 minutos más para que evapore parte del líquido.
  • Se puede servir caliente o frío con una buena rodaja de pan.



    Para los que quieren rizar el rizo, la mezcla puede ser caramelizada con un chorrito de miel. En este caso recomendamos la de tomillo ya que la mezcla de aromáticas da un mejor resultado. 

    Otros, en cambio, pueden optar por poner un poco de parmesano si la van a servir caliente sobre unas tostadas o tartaletas. Para gustos los colores, ya me comentareís.



Nueva cosecha de miel de tomillo


La miel de tomillo básicamente es la que producen las abejas cuando liban de las flores de tomillo. Tiene un tono rojizo y su sabor es dulce y agradable. Es uno de nuestros productos estrella debido a sus grandes cualidades curativas para problemas de la vez. Vamos explicaros a continuación como puedes tomarlo y cual serán los beneficios de su consumo.

Propiedades de la miel de tomillo

Las propiedades se las debe principalmente a la flor de tomillo que entre otras cosas es ideal para mejorar el sistema digestivo y además un aliado perfecto para curar o prevenir infecciones de garganta. El tomillo es una de las plantas e hierbas aromáticas más utilizadas, no solo entre los fogones para aderezar múltiples recetas, sino también como ingrediente de remedios naturales para aliviar los síntomas de dolencias leves y comunes, como una digestión difícil. Aunque su uso más utilizado es en forma de condimento natural o como hierba para preparar infusiones, el tomillo también se puede utilizar como aceite esencia.

Beneficios

Otro de los beneficios de la miel de tomillo es su propiedad reguladora de la tensión arterial.  El tomillo tiene efectos terapéuticos, siendo un buen aliado para reducir los síntomas de problemas como asma o bronquitis. Prueba a preparar una infusión de miel de tomillo con un chorrito de zumo de limón.
Si tienes problemas de digestión, prueba a tomar una infusión con miel de tomillo después de las comidas principales (comida y cena). Déjalo enfriar un poco, filtrar y tómalo dos veces al día.

El tomillo tiene efectos terapéuticos, siendo un buen aliado para reducir los síntomas de problemas como asma o bronquitis. Prueba a preparar una infusión de miel, agua, tomillo y un chorrito de zumo de limón.
Con efectos broncodilatadores.
Si tienes problemas de digestión, prueba a tomar una infusión de tomillo después de las comidas principales (comida y cena). Añade una cucharadita de tomillo en una taza de agua hirviendo. Dejar enfriar, filtrar y tomar dos veces al día.
El tomillo también es un buen aliado de la salud femenina, ayudando a aliviar los cólicos menstruales y las molestias del síndrome premenstrual. Asimismo, tiene reconocidos otros efectos para mitigar los síntomas de patologías como artritis, caída de cabello, laringitis, fatiga, estrés o calambres musculares. También es bueno para aliviar el estrés.

Hay que ser especialmente cuidadosos cuando se utiliza el tomillo como aceite, ya que el exceso de timol puede ser contraproducente. En caso de padecer ulcera, problemas cardiacos o durante el embarazo, es mejor no utilizar el aceite esencial de tomillo.