viernes, 30 de septiembre de 2016

Sierra Espuña y el Valle del Guadalentín, un tesoro natural

Ahora que los calores del verano estan desapareciendo poco a poco es un buen momento para acecarse a disfrutar de la naturaleza en estado más puro. Las sombras de los árboles son más alargadas y el fresco aire montañés nos permite realziar rutas a pie o en bicicleta por la joya natural más extensa del sureste penínsular.

El mayor tesoro natural de Murcia

 

El Parque Regional de Sierra Espuña se encuentra situado en el extremo oriental de la Cordillera Bética, en el centro de la Región de Murcia. Con una extensión mayor a 19.000 hectáreas, se extiende a través de 5 municipios: Aledo, Alhama, Mula, Pliego y Totana.

Sierra Espuña es el límite norte de la fértil huerta del Valle del Gaudalentín, zona de rico cultivos de cítricos en su parte de regadío. En las zonas de secano, más próximas al límite sur (Sierra de Carrascoy) destaca el olivo y el almendro.

De hecho, zonas como Alhama o Librilla destacan por ser líderes nacionales en producción de naranja o limón. Mientras que los olivos y almendros de Totana o Pliego tienen propiedades muy apreciadas por los expertos en aceite.
 
Su edad de formación se sitúa hace unos 20-30 millones de años. Presenta una topografía muy accidentada y un importante desnivel, que va desde los 200 hasta los 1.500 metros de altitud, generando grandes valles, barrancos y cimas. Entre sus cumbres más elevadas, encontramos el Morrón de Alhama (1.444 m), el Pedro López (1.568 m) y el Morrón de Espuña (1.583 m), el punto más elevado de la sierra, lugar donde esta el Equipo de Vigilancia Aérea del Ministerio de Defensa (E.V.A 13)



La conservación de los valores naturales y culturales de este Espacio Natural Protegido se remonta a 1917, con la inclusión de Sierra Espuña en el Catálogo Nacional de Espacios Naturales; posteriormente, se nombra Parque Natural en el 78 y Parque Regional en el 92. Para conocer algo más de este oasis boscoso te recomedamos que sigas leyendo.


Historia de Sierra Espuña


Los romanos ya conocían este punto de la geografia regional, los Baños de Alhama son de esa época. Posteriormente, los musulmanes hicieron una población más efectiva en el Macizo de Aspuña como punto de referencia en el Valle del Guadalentín. Con el aumento progresivo de asentamientos humanos comenzó el aprovechamiento de los recursos que el monte ofrecía. El pastoreo y la tala de árboles para la producción de carbón, la industria naval, la minería, la ampliación de zonas para cultivo… Todo fue el contra de un espacio tan delicado debido, como siempre, a la irregularidad de las lluvias del sureste español con lo que deforestación de Sierra Espuña fue ganado terreno.
De tal forma que, a finales del SXVIII y principios del SXIX, las crónicas hablan de una Sierra Espuña yerma, un paraje desarbolado al borde del desierto

Sin embargo, el destino quiso dar una segunda oportunidad a Sierra Espuña. El destino que se llamó Ricardo Codorniu. Este ingeniero forestal, gran amante de la naturaleza, comienza, a finales del siglo XIX, la increíble reforestación de la sierra, llegando a repoblar 5.000 hectáreas de monte. Estas primeras hectáreas fueron ampliandose hasta casi ocupar la superficie total del parque.


Flora y fauna de Sierra Espuña

 

Para un clima tan abrupto como el murciano, Codorniú optó por repoblar con pino carrasco la mayor parte de la superficie del parque, aunque en las zonas más altas aparece el pino laricio y el pino rodeno. En las ramblas, barrancos y proximidades de las fuentes se desarrollan olmos, chopos y álamos, junto a plantas arbustivas como madreselvas, adelfas, rosales o zarzaparrillas. En las zonas más expuestas al sol aparecen espartizales acompañados de especies aromáticas como el romero, el tomillo o el rabogato. En las cumbres, las condiciones meteorológicas más extremas hacen que la vegetación se adapte a ellas, siendo en la mayor parte piorno, cojín de monja o sabina negra.

La presencia de búho real y águila real ha motivado la declaración de éste área como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Dentro de los mamíferos, por su tamaño y exotismo destaca el arruí o muflón del Atlas.   El arruí es una especie no autóctona introducida en 1970 con fines cinegéticos, pasando a formar parte de la Reserva de Caza. En la actualidad, su expansión incontrolada está haciendo que la Comunidad Autónomase plantee el exterminio de esta especie. A cambio, pretenden reintroducir a la cabra montesa ibérica, especie casi extinta debido a la desforestación que sufrió Sierra Espuña y de la que, actualmente, sobreviven excasos ejemplares.
Además de éste, las ardillas, lirones, jabalíes, ginetas y gatos monteses completan el plantel de mamíferos del Parque. Así mismo, diversidad de reptiles y anfibios se encuentran entre su fauna.



Qué ver en Sierra Espuña. Los 10 lugares más emblemáticos.

Sierra Espuña ofrece multitud de posibilidades de ocio. Desde hacer escalada en impresionantes paredes verticales hasta darse un festín gastronómico en plena sierra. Decenas de paseos, rutas senseristas y visitas; el Parque ofrece una diversidad de actividades para todas las edades. Aquí te presentamos algunas de ellas. ¡Anímate a conocerlas!

1. Los Pozos de la Nieve

 

Estas antiguas construcciones son vestigio del pasado de nuestra región. Aquí se prensaba y almacenaba el hielo que, en primavera, se vendía en las calles, comercios y hospitales de Murcia, Lorca, Totana, Cartagena e incluso Orihuela. Comenzaron a construirse en el siglo XVI y estuvieron en funcionamiento hasta hace tan solo ¡70 años!




2. Las Paredes de Leyva

 

Las Paredes de Leyva son uno de los puntos más conocidos del Parque. Su inmensa figura se extiende por más de dos kilómetros a los largo del barranco que lleva su mismo nombre. Estas paredes se han convertido en el lugar de peregrinaje de los escaladores, con vías de escalada de más de 200 metros de longitud. Este gran muro que nos podría recordar al de Juego de Tronos, es una de las zonas más impresionantes del Parque.



3. Centro de Interpretación Ricardo Codorniu

 

Este Centro, cuyo nombre homenajea a Ricardo Codorniu, está situado en el corazón de Sierra  Espuña, y está destinado a la información, atención y educación ambiental de los visitantes. El centro se concibió para el fomento de la educación ambiental, el uso sostenible de Espuña y, en general, el disfrute de la naturaleza de una forma sostenible y respetuosa. Uno de los elementos más singulares que posee es la maqueta que muestra el funcionamiento de los pozos de la nieve.
Horario: Martes a domingo, y festivos, de 10 a 14 h. y de 15 a 18 h. Abierto todo el año.

4. El Sanatorio de tuberculosos y sus fantasmas

 

Con sus más de 200 camas, este antiguo hospital albergó enfermos de tuberculosis y lepra hasta los años 60. Hoy día abandonado y semiderrumbado, se esconde en el bosque para albergar todo tipo de leyendas y misterios. Desde su aparición en el programa de “Cuarto Milenio” son muchos los que no se resisten a visitar este tenebroso edificio, sombra del recuerdo de las muchas muertes que en el se produjeron.



5. La Senda del Dinosaurio

 

Se trata de un agradable paseo que conecta el área recreativa de La Perdiz con el Barranco de Leyva. Una ruta ideal para realizar con los más pequeños, pues nos anima a encontrar la huella escondida del dinosaurio. Su puente colgante marca el inicio de una ruta perfecta para conocer la naturaleza de una forma agradable y sencilla.




6. El arco o dedo de Sigismondi

 

Escondido bajo el Morrón Espuña, esta singular formación es otra de las figuras que más caracterizan a esta sierra. Muchas personas desconocen este lugar por su dificultad para ser visto desde los miradores o las cimas de la sierra. Y es que el arco apenas es visible hasta casi llegar a él a través de un dificultoso camino, sólo apto para montañeros experimentados. Sin duda una espectacular escultura natural que los elementos han ido erosionado para producir tan singular obra.



7. La Senda del Caracol

 

Esta curiosa senda con forma de zig zag es bien conocida por los senderistas habituales de Sierra Espuña. Quien la ha transitado ya conoce de sobra a qué hace honor su nombre: no queda más remedio que ir subiendo despacio para no acabar exhaustos. Ofrecen unas preciosas vistas de las paredes de Leyva y todo su valle.





8. Las badlands del Barranco de Gebas

 

Se denomina badlands a este tipo de paisajes áridos cuyos materiales están sometidos a una fuerte erosión. Unos de los más bellos ejemplos lo encontramos al este de Sierra Espuña y cercano a la localidad de Librilla: el Barranco de Gebas, que alberga el embalse de Algeciras. Su paisaje de cárcavas, barranquizos y cañones, desprovisto de cubierta vegetal, queda a merced de la erosión. Un escenario tan singular, que ha sido declarado Paisaje Protegido de la Región de Murcia. Sus aguas turquesas, fruto de sus rocas blanquecinas, te dejarán sin habla.





Para llegar hay tomar la carretera comarcal C-2 hacia Fuente Librilla, y continuar siguiendo el canal del trasvase hasta encontrar una pista forestal a la derecha.

9. El Estrecho de la Arboleja o Agualeja

  
Este estrecho que se abre entre la roca, te transportará a través del tiempo directamente a la prehistoria. Sus plantas colgantes, su temperatura más baja, su luz tenue y los restos de fósiles grabados en sus paredes, harán de este paseo una experiencia única. Toda una aventura para niños y adultos.
Se accede por la autovía dirección Granada, salida 620 hacia Totana. Después por la carretera RM-502 que también nos lleva al Monasterio de La Santa de Totana. Al pasar Aledo llegamos a una rotonda en la que nos desviamos a la izquierda dirección Lorca por la RM-C21. A 2,5 km tomamos por un camino que nos señala al área recreativa de la Arboleja.




Dormir y acampar en Sierra Espuña

 

El camping de Sierra Espuña puede ser una muy buena opción para quedarse a pasar la noche o acampar unos días en este entorno privilegiado. Tanto en su zona de acampada de tiendas o en caravana, como en sus cabañas de madera, tu estancia será una experiencia única. Entre otras actividades, cuenta con piscina y rocódromo.
Otra opción son los alojamientos rurales que ofrece el Restaurante La Perdiz, que puedes consultar aquí.
Si prefieres acampar de forma libre con tu tienda de campaña, puedes hacerlo en las áreas recreativas de La Perdiz y Las Alquerías.
Así mismo, en los diferentes pueblos que te mencionábamos al comienzo, que colindan con el Parque, hay variedad de hoteles en los que alojarse.



 


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